Apenas tenia 13 años cuando la conocí, yo ya rondaba los 23, desde el primer momento me pareció una chiquilla encantadora, dueña de una gracia divina y una sonrisa cautivadora, alegre, sincera llena de vida.
La vi crecer frente de mis ojos, preguntarme cosas, como era mayor que ella entendía que las debía comprender.
Ya se hacía mujer, su cuerpo cambiaba, estaba mucho mas bonita que la primera vez que le vi, comenzaban a notarse ya las protuberancias de la pubertad de las jóvenes experimentando cambios hormonales, hasta este momento solo miraba lo linda que se iba tornando mientras crecía, a esa edad la diferencia es abismal, para mi era impensable alguna vez desearla, por Dios era solo una niña.
Siempre sentí esa necesidad de protegerla, que nada malo le pasara, ya comenzaba a usar lápiz labial y algo de maquillaje, muy leve, la verdad no lo necesitaba, solo quizás para resaltar mas sus hermosos ojos, pero nada mas, era una creación perfecta, no se habían equivocado en esta versión de moderna de Eva.
Seguía creciendo, cada vez mas hermosa, ahora ya hablaba con ella de cualquier otra cosa, actualidad, cine, problemas sociales, música, de sus enamorados, sobre esto siempre le decía que se cuidara que no creyera que todo lo que brillaba era oro, pero era bastante despierta en cuanto a eso, sabia que los chicos de su edad solo procurarían construirle castillos en el aire, para meterse en sus pantalones y los mayores también, así que prefería no involucrarse aun en relaciones sentimentales, ya llegaría el momento.
Antes de que cumpliera su mayoría de edad la empezaba a verle extrañamente con otros ojos, ya era una mujer, la vi crecer delante de mis ojos, era hermosa, pero aún conservaba ese aire de ingenua dulzura propia de la niñez y la juventud, sus ojos siempre expresivos y aquella sonrisa que me cautivó la primera vez, era ahora la de aquella chiquilla pero mas crecida, con algo de madurez.
Los años le habían hecho justicia, de ser una encantadora pequeña, ahora era una mujer preciosa, que arrancaba halos de vida a hombres de todas las edades. Su piel dorada, puesto que le encanta ir a la playa, y su negra cabellera, hacen un hermoso juego que completa aquella hija de Venus.
La ultima vez que la vi fue precisamente en la playa, traía un bikini, se veía espectacular, ya era mayor de edad, la diferencia ahora no es tanta, ya si la miraba con los ojos de los demás, pero siempre con la gran diferencia de ser distinto a los demás, siempre le he visto, se hizo una mujer ante mi, la protegí, yo soy diferente.
Quién diría que iba a enamorarme de aquella chiquilla encantadora, dueña de una gracia divina y una sonrisa cautivadora, alegre, sincera, llena de vida, ahora transformada en toda una diosa, querida por todos, deseada por muchos.
La vi crecer frente de mis ojos, preguntarme cosas, como era mayor que ella entendía que las debía comprender.
Ya se hacía mujer, su cuerpo cambiaba, estaba mucho mas bonita que la primera vez que le vi, comenzaban a notarse ya las protuberancias de la pubertad de las jóvenes experimentando cambios hormonales, hasta este momento solo miraba lo linda que se iba tornando mientras crecía, a esa edad la diferencia es abismal, para mi era impensable alguna vez desearla, por Dios era solo una niña.
Siempre sentí esa necesidad de protegerla, que nada malo le pasara, ya comenzaba a usar lápiz labial y algo de maquillaje, muy leve, la verdad no lo necesitaba, solo quizás para resaltar mas sus hermosos ojos, pero nada mas, era una creación perfecta, no se habían equivocado en esta versión de moderna de Eva.
Seguía creciendo, cada vez mas hermosa, ahora ya hablaba con ella de cualquier otra cosa, actualidad, cine, problemas sociales, música, de sus enamorados, sobre esto siempre le decía que se cuidara que no creyera que todo lo que brillaba era oro, pero era bastante despierta en cuanto a eso, sabia que los chicos de su edad solo procurarían construirle castillos en el aire, para meterse en sus pantalones y los mayores también, así que prefería no involucrarse aun en relaciones sentimentales, ya llegaría el momento.
Antes de que cumpliera su mayoría de edad la empezaba a verle extrañamente con otros ojos, ya era una mujer, la vi crecer delante de mis ojos, era hermosa, pero aún conservaba ese aire de ingenua dulzura propia de la niñez y la juventud, sus ojos siempre expresivos y aquella sonrisa que me cautivó la primera vez, era ahora la de aquella chiquilla pero mas crecida, con algo de madurez.
Los años le habían hecho justicia, de ser una encantadora pequeña, ahora era una mujer preciosa, que arrancaba halos de vida a hombres de todas las edades. Su piel dorada, puesto que le encanta ir a la playa, y su negra cabellera, hacen un hermoso juego que completa aquella hija de Venus.
La ultima vez que la vi fue precisamente en la playa, traía un bikini, se veía espectacular, ya era mayor de edad, la diferencia ahora no es tanta, ya si la miraba con los ojos de los demás, pero siempre con la gran diferencia de ser distinto a los demás, siempre le he visto, se hizo una mujer ante mi, la protegí, yo soy diferente.
Quién diría que iba a enamorarme de aquella chiquilla encantadora, dueña de una gracia divina y una sonrisa cautivadora, alegre, sincera, llena de vida, ahora transformada en toda una diosa, querida por todos, deseada por muchos.
Quién diría que tambien yo la desearía..............