Friday, February 17, 2006

....EL METRO...Esquina Carlos Gardel




El miércoles 15, en compañía de mi hermano y unos amigos, fuimos a ver al Teatro Nacional, el espectáculo, Esquina Carlos Gardel, la noche de la función no empezó muy bien que digamos, unos cuantos contratiempos antes de llegar a nuestro destino principal, el Teatro, se encargaron de ponerme de mal humor.

Empecemos diciendo que, aun pienso no estar equivocado con relación a la destrucción de los jardines frontales del Teatro Nacional y es que aunque me disponga a escribir estas líneas con la intención de externar mi parecer del recital, el dichoso METRO aparece nueva vez en escena. No había, hasta el día miércoles 15, podido apreciar la magnitud de la ridiculez de querer destruir aquella cuadra de nuestra ciudad capital por puro capricho de algunos funcionarios.

La tristeza invadió todo mi ser al llegar a la entrada principal del Teatro Nacional y observar aquella penosa escena en la que está aquella edificacion, que otrora se erguía en la Ave. Máximo Gómez esq. Cesar Nicolás Penson, con aquellos jardines y patios de un verdor exquisito, hoy es arropado por un ‘Monstruo Gris’ de aluminio.

Fue cuando me pregunté: - Que será del Teatro Nacional? Acaso, las constantes vibraciones del subterráneo no se encargarían de agrietar sus paredes y finos pisos en mármol importado de la mas exclusiva calidad?

Recordé entonces que recién terminado el túnel de la 27, una de las losas de la entrada este-oeste, a escasas 2 semanas de constante flujo de vehículos se desprendió de su base creando una brecha de no menos de 1 metro de ancho. También llegó a mi memoria, que ninguno de los pasos a desnivel, así como los “túneles” creados por la pasada administración del partido que exhibe el morado obispo como principal distintivo, tampoco fueron, ni han sido terminados, se tomaron mas de 1 año para terminar el elevado de Los Alcarrizos. El Metro edificado en Madrid, España, se llevó acabo luego de muchos años de estudios geológicos y de impacto socio-económico-cultural, aproximadamente 15 años mas tarde se hizo el Metro de Madrid, aquí, sorpresivamente en menos de 1 año, nuestros GENIOS y TECNICOS EXPERIMENTADOS en obras de esta magnitud tienen la ciudad, en pleno corazón llena de excavaciones sin sentido, pero eso no importa, porque El METRO va dijo Diandino y aun no ha sido aprobado, pero El Metro va, y aun no sabemos cuanto va a costar, pero El METRO va, dijo Diandino y todavía no se sabe con que energía se va a mover, pero El METRO va, dijo Diandino y eso en este gobierno es PALABRA DE DIOS.

Pero ya era hora de entrar a ver el espectáculo, inmediatamente mis zapatos cruzaron la puerta de cristal de la entrada, fue como si estuviera entrando a otra dimensión, otra época; la época en que un joven nacido en Toulouse un 11 de diciembre de 1890, llamado por su madre Carlos Romualdo Gardés, aquel que conocemos con el nombre de Carlos Gardel, se paseaba por los Teatros del mundo con su inconfundible voz, la época mágica de los tuxedos y vestidos largos, los años 30’s.

Llegamos a nuestros asientos y comenzaron a interpretar “Volver”, desde aquel momento se reflejó una sonrisa en mi rostro hasta el cierre del espectáculo con “La Cumparsita”. El show estuvo fuera de serie, lindo espectáculo, los bailarines traducían la sensualidad del baile del Tango, hecho canción por el llamado ‘Zorzal Criollo’.

Llamó sobre manera en mi las interpretaciones de boleros gardelianos, por una chica que canta precioso, aunque en honor a la verdad, quería escuchar más de aquel pibe imitador de Carlitos, pero como no seguir pidiendo mas, cuando Gardel me encanta, cuando no puedo sacar una lista de 15 canciones favoritas porque simplemente no puedo, empiezo y olvido que solo son 15, queriendo hacer un esfuerzo pretendo poner una antes que otra pero te va llevando.

Ese día pude comprobar un par de cosas, primero, ‘que veinte años no es nada’, y segundo, que aquel 24 de junio de 1935, el día en que la humanidad se vistió de luto, ese día murió Carlos Gardel el hombre y nació Carlos Gardel, el mito.

A 71 años de su partida,
Gardel está tan vivo que cada día canta mejor