Tuesday, August 14, 2007

2:34


2:34 de la madrugada, desde hace unos meses a esta parte sin encontrarle explicación alguna me desvelo a esta hora. Tardo quizás otras dos horas en volver a conciliar el sueño. Mientras trato de volver a dormir, recuerdo vagamente lo que soñaba………… alcanzo a ver una imagen borrosa, sentada en una silla, las piernas entrelazadas, algo ladeada, pero totalmente estilizada, sostenía en su mano derecha un cigarrillo de esos que, quizás te provocan risa, fino y extrañamente alargado, de color oscuro y aroma a vainilla, sobre la mesa una tacita de café recién ordenado.

El rugir de los coches que paseaban frente aquel cafetín sobre la acera, paraguas de colores claros y mesitas forjadas en hierro, pintadas de negro, matizadas como antigüedades era la decoración. El día era gris, triste podría decirse, esperaba que se cumplieran las predicciones del señor del canal del tiempo, dijo que llovería por una semana. Encendió otro cigarrillo, tomaba un sorbo del café, luego perdía la mirada en los edificios viejos sobre la acera de enfrente, grises como aquel día, viejos, añorando sus años mozos, cuando se erguían sobre la ciudad, imponentes, orgullosos. Escapó de su ojo izquierdo una lágrima, teñida de negro por la pintura que llevaba para resaltar sus ojos.

Yo la miraba fijamente, queriendo saber que pasaba por su mente en aquel preciso momento, especulé para mis adentros, quizás es el reflejo de una hermosa mujer que tiene por pareja algún patán que no la valora, existe la posibilidad de que hasta le ha pegado en mas de una ocasión y amenazado con golpearle hasta la muerte si le deja……… que estupideces dices, es solo una chica más tomando café y fumándose un pitillo, quizás la lagrima que escapó a su ojo, no sea una lágrima producto de tristezas, sino de alegrías, o quizás el humo expelido le ha alcanzado el ojo y le ha hecho salir una………. Tienes razón, me digo a mi mismo y olvido el capitulo por completo, mas no puedo apartarla de mi vista. Trato de volver a mis asuntos, leía un libro de Grisham, me había tomado la tarde libre de la oficina, necesitaba despejar la mente, hice un gesto con la mano al camarero, pedí otro café, encendí uno de mis cigarrillos, bajé la vista, me disponía a retomar mi lectura, cuando de repente se levantó, tomó su cartera, miró elegantemente en ambas direcciones y se marchó, yo quedé mirándole hasta que la perdí de vista.

Entonces quedé solo, mirando los mismos viejos edificios, grises, como aquel día, tristes, añorando sus años mozos, cuando se erguían sobre la ciudad, imponentes, orgullosos. Un fuerte relámpago que partió en dos el cielo, seguido de un fuerte trueno, me sacaron de la fijación que tenía en los edificios de la acera de enfrente……………. desperté, pienso, me he vuelto a desvelar, miré el reloj en la mesita de noche a la derecha……………..eran aun las 2:34 de la madrugada.

2 comments:

carmela said...

me gustan tus escritos .

E.B. said...

Me siento observada ante tus palabras y me hacen preguntarme si estuviste allí conmigo, acompañándome y sirviéndome de testigo ante esos momentos que nadie suele verte... en el mismo lugar que describes, con el cigarrillo sobre mi café... llorando la tarde que se rompía en mis ojos, y mi soledad entre las hendijas de aquellas rocas con olor a una tormentosa esperanza muerta.

Gracias, porque aunque no haya sido yo la de tu desvelo... ya no me siento escondida detrás de la mascara que llevaba.

Sigue observando, no mueras nunca...